Los retailers de cierta edad pueden echar la vista atrás a la década de los noventa y recordar cuando bastaba con contar con un punto de venta y una herramienta de gestión de la cadena de suministro. Han cambiado muchas cosas desde entonces: el back-end se ocupa de una cantidad cada vez mayor de funciones, por lo que un retailer normal ahora emplea una multitud de sistemas, entre los que se incluyen los sistemas de marketing, comunicaciones, tecnología RFID, ECMS, ESS, IMS, ICMS, DSS y WMS, entre otros. Se ha hablado de big data en diferentes sectores comerciales en los últimos años y el sector retail es uno de los que genera datos en enormes cantidades.
Estos sistemas, cuyo número va en aumento, son los dientes del engranaje que permite la explosión del omnicanal en el sector retail. Sin embargo, a pesar de los beneficios que aportan, cuando se trata de gestionarlos a todos de forma conjunta, puede resultar más fácil decirlo que hacerlo. Y esto, antes siquiera de que nos planteemos el impacto que los datos generados pueden tener en el rendimiento desde una perspectiva más amplia.
Alexandra Frith, customer engagement de Retail Pro International
Puede leer el artículo completo en la octava edición de la revista.