El cambio normativo que llega con la Ley Antifraude transformará la manera de facturar en bares, restaurantes y hoteles. A partir de 2026, cada ticket emitido dejará rastro digital y se convertirá en un documento fiscal trazable, abriendo una nueva etapa de transparencia y digitalización para uno de los sectores más activos de la economía española.
El sector HORECA (hostelería, restauración y catering) es, sin duda, uno de los más afectados por la entrada en vigor del Reglamento que regula los Sistemas Informáticos de Facturación (RRSIF), derivado de la Ley Antifraude. Desde el 29 de julio de 2025, todos los programas de facturación que se comercialicen deben estar adaptados a esta normativa. Las empresas que ya cuentan con un software instalado deben adaptarlo antes del 1 de enero de 2026, si son personas jurídicas, o del 1 de julio del mismo año en el caso de los autónomos. Esto significa que el software que utilicen para facturar los bares, restaurantes y establecimientos de hostelería deberán reunir los requisitos establecidos en esta normativa para garantizar la integridad, trazabilidad e inalterabilidad de las facturas.
Para hacer frente a la implantación de esta nueva forma de facturar, el sector HORECA se enfrenta a la complejidad añadida del alto volumen de operaciones diarias, ya que tanto las facturas como las facturas simplificadas (o tickets), ya sean dirigidas a un cliente particular (B2C) o a una empresa (B2B), estarán sometidas al Reglamento de Sistemas Informáticos de Facturación.
Y esto implica un cambio radical para el sector: a modo de ejemplo, cada vez que un camarero imprima un ticket o emita una factura simplificada, el software generará automáticamente un registro digital de facturación que no podrá modificarse y que —en el caso de operar en modalidad Verifactu—se enviará directamente a la Agencia Tributaria. Dicho de otro modo: cada transacción, por pequeña que sea, quedará registrada. El clásico ticket de barra ahora será una factura verificable, identificada con un código QR que permitirá al cliente comprobar en tiempo real datos de la factura, como el importe o el IVA, y saber si se ha entregado a la AEAT.
Además, la Ley Antifraude exige trazabilidad no solo de las facturas, sino también de documentos de prefacturación como albaranes, notas de mesa o proformas. Estos documentos, tan habituales en la gestión diaria de restaurantes y hoteles, también deberán quedar registrados digitalmente y ser coherentes con la factura final. Este aspecto, a menudo ignorado, será uno de los que más obligará a revisar procesos internos.
Con este escenario, el sector HORECA debe prepararse para afrontar con éxito esta transición normativa. Para ello, la tecnología se puede convertir en su mejor aliada. El negocio hostelero necesita soluciones que integren su operativa diaria (gestión de TPV, mesas, pedidos, albaranes) con las nuevas exigencias fiscales, gestión que las herramientas tecnológicas pueden facilitar de forma automática. Por ley, todos los softwares de facturación deben cumplir los requisitos técnicos antes de la fecha límite marcada, pero, más allá de la normativa, la tecnología permite modernizar la gestión financiera, ganar eficiencia, reducir errores y facilitar el control tributario. Y, aunque falten algunos meses para su aplicación definitiva, es recomendable anticiparse a la obligatoriedad para prepararse con tiempo, minimizar riesgos y aprovechar las ventajas competitivas que ofrece una gestión digital avanzada de la facturación.
En 2026, cada ticket quedará registrado. El sector HORECA está ante una gran oportunidad para elegir soluciones de facturación adaptadas y fiables que garanticen una transición fluida y segura, con el fin de profesionalizar y modernizar sus procesos administrativos. Porque la digitalización de la facturación no es solo una obligación legal: es una palanca para la eficiencia, la transparencia y la competitividad.















































