España es el quinto país de la UE en cuanto a pymes que venden online: el 32,6 % frente al 22,6 % de media en la Unión Europea. Además, es también uno de los países europeos con mayor crecimiento del comercio electrónico, haciendo que el ecommerce represente ya más del 5 % del PIB en nuestro país. Estos datos y su crecimiento prolongado a lo largo de los años demuestran que la digitalización del comercio trae beneficios claros para el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas de nuestro país al ayudar a mejorar su productividad y eficiencia operativa.
Aquellas que disponen de un negocio multicanal son más resilientes que las que sólo operan en espacios físicos, tienen mayor facilidad para acceder a nuevos mercados, mejoran la experiencia del cliente y son más innovadoras.
Como refleja el informe “Tendencias digitales 2024 para el crecimiento de la pyme” son varios los factores que están contribuyendo al impulso del ecommerce. Por una parte, la democratización de las plataformas de comercio electrónico basadas en software como servicio (SaaS) ha disminuido las barreras tecnológicas de entrada. La proliferación de marketplaces ha proporcionado canales adicionales de distribución, al tiempo que el quick commerce ha abierto nuevas vías de marketing y ventas, mediante la colaboración con redes de tiendas locales o almacenes de distribución.
A ello se añade la paulatina adopción de la inteligencia artificial (IA), a pesar de que en España solo el 8 % de las empresas la utiliza. Aplicada al comercio electrónico, la IA tiene el potencial de hacer más eficiente la gestión de inventario, mediante el análisis de la predicción de demanda y la identificación de patrones de compra, al mismo tiempo que permite realizar recomendaciones personalizadas a los clientes, según su historial de compras, preferencias y opciones de navegación, mejorando así la experiencia de compra, su fidelidad y satisfacción. Por otro lado, también facilita el impulso a la atención al cliente a través de la implementación de chatbots conversacionales y asistentes virtuales que ayudan en el proceso de compra, entre otras áreas operativas.
Retos
Sin embargo, aún quedan muchos retos pendientes. Apenas el 9 % de las pymes españolas que venden online lo hacen en más de un país de la Unión Europea, y son numerosas las barreras a las que se enfrentan en su proceso de digitalización del canal de ventas, un factor crucial para potenciar su crecimiento y competitividad, y posicionar España como país líder en Europa.
La mejor herramienta para conseguir pasar del actual 68 % de las pymes con nivel básico de digitalización, al 90 % que la Unión Europea establece como objetivo en el “Digital Decade para 2030” es, sin duda, la venta online. Nuestro país debe ser el primero de toda Europa en alcanzar esa meta, y la única vía de actuación posible surge de la colaboración público-privada.
Con ese objetivo, Adigital ha puesto en marcha el Observatorio de Comercio Electrónico, que busca supervisar y promover activamente el ecommerce, con especial atención a las pymes. Así, medirá el impacto de la digitalización en las ventas de forma ágil y colaborará por un sistema de venta online eficiente, seguro y responsable para el ciudadano, como sucede en otros sectores. Estamos convencidos que la mejor forma de digitalizar la pyme y potenciar su competitividad internacional es mediante el comercio electrónico.
Artículo publicado en el informe especial “Tecnología para el comercio 2024”