Ver a un empleado con unas gafas inteligentes con realidad asistida recibiendo y enviando información podría parecernos propio de una escena de ciencia ficción hace pocos años, pero lo cierto es que, durante los últimos meses, se ha disparado el interés hacia este tipo de dispositivos por parte de ciertos sectores, tales como el industrial o el logístico.
Un estudio realizado por Toshiba entre más de 1.000 directivos de TI europeos, ha mostrado que el 8 1% de los encuestados en nuestro país afirma conocer los beneficios de la utilización de smartglasses en el entorno laboral. Ante el elevado interés de los departamentos TI de nuestro país por este tipo de soluciones, cabe preguntarse cuál es el principal beneficio que estos dispositivos pueden aportar a las plantillas. La respuesta la encontramos también en el informe citado anteriormente, el cual revela que el 76 % de las compañías españolas prevé incrementar su presupuesto de inversión en TI por diversas razones, siendo el aumento de la producción el factor más importante para el 67 % de los encuestados, incluso por encima de otras motivaciones como la seguridad de los datos o las soluciones cloud (ambas con un 61 %).
La operación es sencilla: las empresas quieren invertir más en tecnología y soluciones innovadoras para poder aumentar su productividad. Teniendo estos factores en cuenta, Toshiba se ha adelantado a la demanda del mercado con el dynaEdge DE-100, un miniordenador de apenas 360 gramos de peso, pero con una potencia de 16 GB de RAM, y que además se combina con las smartglasses de realidad asistida AR100 Viewer, también desarrolladas por la compañía, para aumentar la productividad de los empleados de campo. ¿Cómo lo consigue?
La potencia de un sobremesa en el bolsillo
Su tamaño compacto, combinado con su rendimiento, convierten al dynaEdge en un dispositivo versátil con innumerables aplicaciones en sectores, tales como el industrial y el logístico, ya que permite que el empleado lleve la potencia de un ordenador de sobremesa en el bolsillo. Combinado con las gafas inteligentes, los empleados de estos sectores reciben directamente en su línea de visión los datos necesarios para realizar su labor. Así, pueden continuar con su trabajo manual, mientras consultan los planos o pasos a seguir, lo que permitirá aumentar la productividad, el control de las operaciones y la trazabilidad y, por supuesto, la seguridad laboral.
Tomemos como ejemplo a un empleado de un almacén que debe organizar los pedidos, gestionar el inventario y controlar la entrada y salida de productos. Este trabajador manejará diariamente una gran cantidad de información que, si no es organizada correctamente, puede derivar en un error en los envíos, por poner un ejemplo. Para ello, Toshiba ha desarrollado de una serie de aplicaciones verticales, en colaboración con Ubimax, para, por ejemplo, reproducir la información de envíos y registros en la línea de visión del empleado, gracias a las smartglasses, y acceder directamente a los datos mientras organiza los pedidos u ordena el inventario.
Junto a la imperiosa necesidad de organización en logística, las empresas deben tener en cuenta la eclosión del e-commerce, que las obliga a aumentar su producción sin descuidar su aparato logístico, pero con la inmediatez que Internet ha transmitido a un cliente que desea que sus productos lleguen en el menor tiempo posible y sin errores. Con dynaEdge, Toshiba ha sabido adaptar el modelo de trabajo en logística a los nuevos y exigentes tiempos en los que prima la instantaneidad y la satisfacción del cliente.
Emilio Dumas, director general de Toshiba Iberia.
Tribuna publicada en el especial tecnología para mercados verticales