La primavera y las vacaciones de Semana Santa generan numerosos viajes y aglomeraciones en zonas comerciales, lo que está siendo aprovechado por los ladrones para robar en las tiendas. Según datos del “Barómetro del hurto en la distribución comercial” de Checkpoint Systems, en esta época del año se concentran el 19 % de los robos que sufren los comercios minoristas.
El 55 % de los hurtos en supermercados y comercios los realizan bandas organizada que posteriormente revenden los productos en mercados paralelos.
Los datos de Checkpoint Systems revelan que la pérdida desconocida supone el 0,74 % del total de la facturación de las empresas de distribución en España, lo que supone un impacto aproximado de 352 millones de euros en el sector comercial durante los meses primaverales.
Dos de cada tres hurtos son realizados por autores multirreincidentes, que son los que realizan tres hurtos o más al año en los establecimientos. Y el 44 % tiene menos de 30 años. Otro dato que se desprende del estudio es que la mitad de los retailers ha apreciado un notable incremento de la agresividad verbal o física de los infractores hacia el personal de tienda y de seguridad.
Durante esta época del año los artículos más hurtados son prácticamente del mismo tipo que el resto del año como el hurto de vinos y licores, los embutidos y las conservas /ahumados en alimentación y bebidas. El calzado y la ropa en la categoría de moda y los smartphones en el de la electrónica.
El barómetro también indica que el 94 % de los establecimientos tiene antenas antihurto y el 81 % protege los artículos con collarines para la protección de bebidas alcohólicas, arañas y cajas de policarbonato o keepers. Solo el 13 % de los productos vienen protegidos con etiquetas antihurto desde el fabricante.
Carlos Cruz, director de Ventas de Checkpoint Systems en España, comentó que “esta creciente profesionalización del hurto supone una amenaza real para la sostenibilidad del sector. Ante esta evolución, ya no basta con medidas reactivas. Es imprescindible apostar por una prevención inteligente, basada en tecnología avanzada, estrategias coordinadas y una colaboración estrecha entre todos los actores implicados. Solo así podremos hacer frente con eficacia a una criminalidad cada vez más sofisticada».