La campaña del «viernes negro» o Black Friday de este año, que se celebró el pasado viernes día 27 de noviembre, auguraba un incremento de las ventas como avanzaba un estudio de GfK para Worten. El informe indicaba que el 83 % de la población encuestada— 1.008 internautas— conocían este día promocional que llegó a España en 2012, emulando a las rebajas de Estados Unidos, y el 36 % tenía intención de comprar más este año.
Según datos del informe, el gasto medio previsto ascendía a más de 200 euros (202,4 euros) y los consumidores planeaban un 8 % más que el «viernes negro» de 2014. Del análisis se desprendía que las ventas se incrementarían un 29 % respecto al año pasado.
Estos datos previos — a falta de datos finales— confirmaban que este fenómeno se ha consolidado en España y en Europa. Según el último estudio de Zanox, “Black Friday, una perspectiva global sobre el fenómeno retail”, esta campaña, además de la del ciberlunes, están dando como resultado que el mes de noviembre se convierta en un anticipo de las Navidades y que en muchos mercados europeos las ventas previstas para noviembre sean superiores incluso a las de diciembre como resultado directo de estos fenómenos.
El estudio de Zanox señala que la tecnología móvil se ha convertido en un importante acelerador de las ventas online del Black Friday, siendo las tabletas el dispositivo más utilizado.