La adopción de la inteligencia artificial generativa (GenAI) en el sector de la distribución se ha disparado hasta situarse en el 95 % frente al 73 % del año pasado. Este porcentaje supera la media general, que se sitúa en el 90 %. Estos datos se desprenden de un reciente informe de Netskope Threat Labs, que revela también que el uso de cuentas de IA generativa personales ha descendido desde el 74 % en enero hasta el 36 % en junio.
Este descenso se ha compensado con el incremento de las aplicaciones permitidas por las empresas que ha pasado en este periodo del 21% al 52 %. Esto indica que las empresas están controlando las plataformas de IA para proteger sus datos.
El informe señala también que las empresas del sector minorista confían cada vez más en plataformas flexibles y respetuosas con la privacidad como Azure OpenAI, Amazon Bedrock y Google Vertex AI. Estas plataforma permite alojar modelos privados, aplicaciones personalizada y agentes de IA, lo que facilita el control de los datos por parte de las empresas.
El estudio pone de manifiesto uno de los problemas a los que se enfrentan las empresas de este sector que es la IA en la sombra. El 63 % de las organizaciones se conecta a través de api.openai.com y el 44 % utiliza api.assemblyai.com.
Además, los datos sensibles siguen dirigiéndose a ubicaciones externas no autorizadas. El código fuente (47 %) y los datos sometidos a regulación (39 %) representan la mayoría de las violaciones de la política de datos, ya que los empleados alimentan las herramientas de IA generativa con información empresarial y de clientes.
A la vez, Netskope señala que los atacantes se aprovechan cada vez más de los proveedores de confianza en la nube como Microsoft OneDrive, GitHub y Google Drive para distribuir malware. Los datos del especialista en ciberseguridad incian que Microsoft OneDrive es el más afectado, ya que el 11 % de las organizaciones se enfrenta a descargas de malware cada mes.
Gianpietro Cutolo, investigador de Amenazas en la Nube de Netskope Threat Labs, comentó que “aunque el uso de cuentas GenAI personales está en descenso, las plataformas aprobadas por las organizaciones cobran fuerza, lo que refleja un cambio hacia un uso más controlado y supervisado. Las empresas de distribución están reforzando la seguridad de los datos y supervisando la actividad en la nube y las API para ayudar a reducir la exposición de información sensible, como el código fuente y los datos regulados”.