Cecabank es un banco mayorista que está trabajando para aportar nuevas soluciones para los clientes finales en cooperación con las entidades para garantizar rapidez, eficiencia y transparencia en los pagos. Julio César Fernández director de desarrollo de negocio y soporte de operaciones de Cecabank, analiza el papel de la banca y los pasos que está dando dentro del proceso de transformación digital del ecosistema de los pagos.
En este momento, los medios de pago que utilizan los consumidores están cambiando por la irrupción de las nuevas tecnologías y las nuevas regulaciones. A su juicio, ¿qué factores están acelerando su transformación?
El factor principal sería el propio cambio de comportamiento de los clientes, cuya forma de relacionarse en sus pagos se ve influida por las tendencias que introducen en el mercado los gigantes de Internet: pagos móviles, sin fricción, apoyados en la biometría…
Desde el punto de vista de su entidad, ¿cómo está afrontando la transformación digital el sector de la banca y cómo está trasladando esta innovación a los usuarios?
La banca en España siempre se ha caracterizado por un alto grado de innovación y este proceso, que pone en cuestión muchos paradigmas tradicionales, está revolucionando muchas formas de hacer en el sector. En Cecabank, que es un banco mayorista, llevamos entre nuestros valores una innovación constante que permita servir de punta de lanza para las entidades a las que damos servicio. Es por ello que realizamos un constante desarrollo de nuevas soluciones para los clientes finales en cooperación con las propias entidades, pues la necesidad de servicios con un amplio efecto red es una constante en los servicios digitales.
El efectivo ha sido un medio tradicional de pago, pero va perdiendo peso frente a las tarjetas y otros sistemas. ¿Está condenado a desaparecer?
Evidentemente irá perdiendo peso frente a otras formas de pago más convenientes para los clientes y de hecho algunos países como Dinamarca han puesto ya fechas para la desaparición de su uso. Su desaparición total dependerá por tanto en gran medida del impulso público que se quiera dar a ese proceso.
Ese año entra en vigor la Directiva de pagos digitales PSD2. ¿Qué impacto esperan tanto en el sector bancario como en las transacciones que realicen los consumidores?
La normativa persigue dar más poder al usuario en el control de sus finanzas, pudiendo ceder sus datos a terceros para consultas o iniciación de pagos sobre sus cuentas, pero va a suponer también nuevas reglas de autenticación de los clientes cuando realicen sus compras, especialmente en el comercio electrónico. Los bancos están por tanto realizando un gran esfuerzo para adaptarse a las nuevas reglas y que estas no supongan un menoscabo de la usabilidad de los servicios de pago, sino todo lo contrario.
En el caso del comercio español, ¿está adoptando la última tecnología para ofrecer a sus clientes todas las opciones de pago? ¿Cuál es su principal demanda?
Los bancos españoles han venido dotando a los comercios tanto en el ámbito presencial como en el comercio electrónico de los últimos avances en materia de pagos. Lo que el comercio demanda en definitiva en los procesos de pago, es que cumpliendo todas las normas de seguridad, sea lo más transparente y rápido posible para el usuario.
De cara al futuro, ¿qué papel jugarán los bancos en el ecosistema de los medios de pago?
Los bancos como depositarios de los fondos de los clientes van a seguir jugando un papel importante a la hora de procesar sus pagos, si bien la relación con el cliente en el momento del pago está siendo objeto de una importante disrupción por parte de los nuevos entrantes del mundo de la tecnología cuyo resultado está todavía por ver.