La pandemia ha marcado un antes y un después para todos los sectores. El del ecommerce es uno de los más punteros en este sentido. Un ecommerce que, según el último informe sobre el futuro del comercio minorista, llevado a cabo por Backslash, unidad de inteligencia cultural de TBWA\ – The Disruption Company, la tecnología y la sostenibilidad tienen mucho que decir en este ámbito.
Los datos hablan por sí solos. Según un estudio realizado por Astound Commerce, el crecimiento del ecommerce en España será del 24 % este año. Por su parte Nasdaq predice que el 95 % de las compras se realizarán a través del comercio electrónico en 2040. Pero las tiendas físicas no tienen que “tirar la toalla” ya que según un estudio de A.T.Kearney, actualmente el 71 % de los consumidores afirma que sigue prefiriendo comprar en tiendas físicas, por lo que la erradicación total del comercio minorista en la vida real puede no ser la respuesta.
Para Jesús Fuertes, vicepresidente de estrategia e innovación de TBWA\España, ante los cambios producidos por la pandemia debemos adelantarnos a un nuevo capítulo.
Cuatro son las nuevas oportunidades destacadas en el informe: una cadena de suministro más ligada al cambio climático. La venta directa al consumidor final a través de canales online como las redes sociales (D2C). La problemática del creciente número de plataformas de compras que complica la relación entre marca y consumidor. Y la elevada demanda de productos a través de la venta online.
Esto dará un nuevo sentido a las tiendas físicas, definiendo su papel, aseguran en el informe. ¿Cómo? Con nuevos espacios que sirvan para algo más que comprar, con experiencias fuera de lo habitual, que sean parte de la solución al problema medioambiental.
La tecnología puede ser un revulsivo a la hora de aportar una experiencia de compra fluida y sin obstáculos. Por poner algunos ejemplos, gracias a BitcoinPyme, una startup a través de la que se podrán adquirir coches con criptomonedas; los supermercados inteligentes y sin personal de Ghop, que llegarán a España próximamente; o la implantación de realidad aumentada en grandes superficies como Ikea – donde visualizar el resultado final de los productos en determinado espacio – o Sephora, que también cuenta con aplicaciones donde probarse virtualmente los productos en tiempo real.
Además, las marcas tendrán que convertir a todos los miembros de su red en protagonistas y tener en cuenta las preferencias de compra de sus consumidores, cada vez más socializados. Los retailers más grandes dejan de ser una opción en favor de sitios como Vinted, Wallapop o Instagram Shopping, por lo que se hace más importante que nunca seguir conectado a los consumidores por medio del Social Commerce, ya que un 45 % de usuarios españoles reconoce que las redes sociales han influido a la hora de adquirir un producto o servicio, siendo un canal más de compra para un 21% de ellos. Al tiempo que otro tipo de “influencers” comienza a cobrar relevancia: influencers líderes de opinión y voces expertas en sus campos. Las marcas deberán tener en cuenta a estos nuevos educadores para promocionar su marca entre un público que busca saber más y mejor.