La protección de la confianza del cliente y construir un sistema de seguridad tanto en el plano físico como digital fue el eje de la segunda edición del “Foro de conocimiento de retail”, organizado por la consultora Babel, que se celebró el pasado 28 de mayo.
Una jornada en la que de la mano de expertos como Laureano Turienzo, presidente del Círculo Iberoamericano del Retail; Juan Francisco Cornago, director de Ciberseguridad de Babel; e Inés Salán, Global Retail Director Systemaction & CEO Co Founder Retail Impact Community & Sense for Impact se analizaron los riesgos que amenazan la continuidad de negocio y la reputación de las marcas en un contexto donde lo físico y lo digital confluyen.
A través de mesas redondas con portavoces de grandes empresas que operan en este sector y ponencias se analizaron todos los desafíos en torno a la seguridad y la confianza del cliente.
“La seguridad ya no puede abordarse de forma aislada. Hoy es el hilo conductor de la experiencia del cliente y el núcleo desde el que se protege la continuidad y la reputación de las marcas”, comentó Isabel García, directora de Industria en Babel.
Laureano Turienzo señaló que “el principal reto no es tecnológico, sino emocional. El 78 % de los consumidores abandona una marca tras una mala experiencia”. Este experto añadió que “la pérdida de confianza digital puede tener un impacto más devastador que cualquier transformación tecnológica”.
Para Juan Cornago, director de Ciberseguridad en Babel, es prioritario adoptar adoptar marcos sólidos que integren la seguridad en el corazón del negocio. Y comentó que el marco TRISM es la opción de Babel para construir entornos resilientes, auditables y con supervisión activa.
Los especialistas que participaron en el foro concluyeron que la convergencia entre seguridad física y digital es imprescindible para proteger entornos operativos cada vez más conectados y expuestos. Y subrayaron la importancia de identificar y localizar los datos, los sistemas y los dispositivos esenciales —incluidos sensores, terminales o cámaras fuera del control de IT— para reducir riesgos operativos.
Los expertos también señalaron que es necesario incorporar la seguridad en las fases iniciales de cualquier proceso, uniendo control operativo con una cultura organizativa preventiva. Y, al mismo tiempo, destacaron que es necesario la formación de los empleados, los directivos y los proveedores y medir el nivel de madurez en ciberseguridad.
Sobre la IA comentaron que es valorada como aliada en la detección de patrones de riesgo y mejora de procesos, siempre que no afecte negativamente la experiencia de cliente. Y finalmente, resaltaron que establecimiento de normas claras es otro requisito fundamental para cumplir con el nuevo marco normativo.
“En un entorno donde cada interacción cuenta, proteger la confianza del cliente no es solo una cuestión tecnológica, es una responsabilidad colectiva”, insistió Isabel García.