La pérdida desconocida, que engloba hurtos, errores administrativos y fraude de proveedores, le costó los comercios españoles 2.187 millones de euros en 2024, según se recoge en el “Barómetro del hurto en la distribución comercial”, elaborado por NIQ a lo largo de 2025, con la colaboración de Checkpoint Systems y la Asociación de Empresas del Gran Consumo AECOC.
De esta pérdida desconocida, que supone el 1,1 % del total de la facturación del sector, el 77 % está directamente relacionada con los hurtos, los externos suponen el 59 % del total, mientras que el 18 % corresponden al interno. Los errores administrativos representan un 15 % y el 9 % restante lo ocasiona el fraude de proveedores.
El 78 % de los comercios señala la propia sala de venta como la principal ubicación en la que los delincuentes perpetran sus hurtos, le siguen los probadores (9 %) por encima de las cajas de salida (4 %) .
Otro dato relevante que recoge el informe es el incremento de la agresividad de los ladrones, que además son multirreincidentes (51 %) y casi la mitad (48 %) tiene menos de 30 años. Y, además, el 35 % de los hurtos los cometen bandas organizadas que operan con fines lucrativos y suponen un gran problema para la seguridad de los establecimientos.
La cantidad media hurtada asciende a 195,58 euros, aunque el 83 % de los hurtos no supera los 150 euros. Y los productos más hurtados son los aceites, las colonias y fragancias, las pilas y baterías y el calzado.
En el caso de los productos de tecnología, el 67 % de las compañías indica que los auriculares son los productos de electrónica que más les hurtan, seguidos de los smartphones, los ordenadores portátiles, los cargadores y los videojuegos. Y este año el hurto de smartwatches ha crecido y se sitúa casi al mismo nivel que la telefonía móvil.
Para protegerse los comercios utilizan cámaras de vigilancia en sus tiendas, antenas antihurto (96 %) y vigilantes de seguridad físicos en las tiendas (83 %). Un 74 % de los comercios cuenta con arañas (alarmas rígidas), collarines y cajas de policarbonato para asegurar individualmente los productos; y un 48 % aprovecha la tecnología RFID con una función antihurto.
“Los delincuentes recurren cada vez a métodos de hurto más sofisticados, lo que ha llevado al sector antihurto a evolucionar de forma constante para mantenerse a la vanguardia”, explicó Carlos Cruz, director de Venta de Checkpoint Systems en España.
Por su parte, Alejandro López, responsable de prevención de la pérdida de AECOC, comentó que “los hurtos comerciales tienen un gran impacto en la competitividad de las empresas, ocasionándoles pérdidas económicas muy elevadas y muchas horas de gestión. Además, se hace imprescindible contar con un marco legal que frene la multirreincidencia y la actuación de bandas organizadas”.















































