La experiencia de compra se ha transformado durante el último año y los retailers tienen que recuperar la confianza de los clientes para que vuelvan a la tienda. Una de las opciones que permite reducir el contacto y que facilita la tecnología es el self checkout o el autopago.
El primer paso para que esta modalidad se extendiera ha sido el aumento del pago con tarjeta que se ha incrementado un 67 % durante el último año. Además, el sistema del self checkout permite que los clientes eviten colas y reducir el personal destinado a las cajas, que puede dedicarse a otras tareas como a revisar el cumplimiento de las medidas de seguridad.
La tecnología RFID también es otra herramienta que ayuda a mejorar la experiencia del cliente, ya que permite trazar todo el recorrido del producto a través de la etiqueta y facilitar el proceso de compra con el paso por caja de manera autónoma.
Otra razón para implantar este sistema es la preferencia de los consumidores. El 87% prefiere comprar en tiendas que les permitan pasar por caja de manera automática.
La plataforma de Openbravo permite que la implantación del self checkout se integre en la gestión de toda la cadena, facilitando la creación de una experiencia de cliente fluida.