El 81 % de los consumidores considera que la biometría física es la forma más segura de verificar la identidad. Esta es una de las principales conclusiones del “Informe global sobre Fraude e Indentidad 2020”, elaborado por Experian, compañía especializada en servicios crediticios, analítica avanzada y data.
El estudio señala que la adopción de los canales digitales por parte de los consumidores genera un volumen de datos que podría ascender a 79,5 zettabytes de datos en 2025. Por tanto es necesario que las empresas extraigan valor de los datos de los consumidores para mejorar su experiencia y prevenir el fraude.
Los resultados del estudio indican que, en un entorno donde 3 de cada 5 empresas han visto como el fraude ha aumentado en los últimos 12 meses, la analítica se convierte en una prioridad para autentificar la identidad y prevenir acciones fraudulentas y, como consecuencia, más de la mitad de las empresas de todo el mundo busca invertir en IA.
Los métodos avanzados de autenticación, como el aprendizaje automático, la inteligencia de dispositivos y la biometría podrían ser claves en el proceso para eliminar el fraude y verificar la identidad de los consumidores.
Las conclusiones del estudio denotan una disonancia entre la percepción de las compañías y los clientes con respecto a su identificación. El 95 % de las empresas confía en su capacidad para identificar a los clientes en el entorno digital, pero sólo la mitad de los consumidores se sienten reconocidos cuando realizan operaciones en los distintos portales o tiendas online.
Al mismo tiempo, se observa que aunque la confianza de las empresas es elevada, el 57 % de ellas experimenta un aumento en las pérdidas por fraude de un año a otro como resultado de la incapacidad de reconocer a los clientes.
Rita Estévez, CEO y market president de Experian España y Portugal, destacó que “mientras las empresas consideran que están haciendo un buen trabajo, el fraude sigue aumentando y los consumidores sienten que las empresas no los reconocen. Las compañías deben esforzarse en analizar los datos y utilizar herramientas tecnológicas avanzadas para mejorar las experiencias de los clientes, identificarlos debidamente y como consecuencia de esto, prevenir el fraude”.
El estudio también señala que la seguridad es imprescindible, ya que por tercer año consecutivo los consumidores citaron la seguridad como el elemento más importante de sus experiencias online. El 74 % afirmó que la seguridad era su principal prioridad seguida de cerca por la conveniencia.